Por Gladys Martínez, Directora NELcf-Cali
Directora de la Edición
Algunos de los que hemos sido favorecidos por el encuentro con una experiencia analítica hemos contraído un virus de por vida: la causa analítica y la Escuela de Lacan como partenaire para alojar y enlazar la propia causa a esa causa compartida con otros. Es mi manera sencilla de decir que la formación analítica es en la Escuela, lugar y lazo en el que esa formación se pone a prueba y de modo permanente, porque no tiene garantías, porque nunca es acabada, porque no tiene edad de jubilación, porque palpita. Y esto solo es posible porque alberga en su centro un agujero de saber sobre qué es un analista y porque cuenta en su corazón con el Pase como dispositivo para demostrar que el analista nunca es un ser que se obtiene, sino una mutación subjetiva con consecuencias, que se verifica en su más real originalidad.
La NELcf-Cali es una sección de Escuela, la Nueva Escuela Lacaniana del Campo Freudiano, NELcf, que pertenece a las 7 Escuelas de la Asociación Mundial de Psicoanálisis fundadas por Jacques-Alain Miller, quien tomó la posta de la enseñanza de Jacques Lacan, quien, a su vez, restituyó el campo que Freud abrió, al fundar su Escuela, donde esperaba que se produjera un trabajo que, vuelva a conducir la praxis que él instituyó bajo el nombre de psicoanálisis al deber que le corresponde en el mundo.
En tanto NELcf-Cali, sección de la NELcf, hemos tenido un trayecto de existencia de bastantes años en la ciudad, orientados por la política de Escuela. Hemos sostenido un deseo de psicoanálisis y un deseo de Escuela, a la medida de cada uno, y nos anima seguir orientados por el deseo del analista. Quienes integramos la sección en este momento ya no somos tanto los mismos, porque se han aflojado inhibiciones, síntomas y angustia, bajo transferencia.
Pero también hemos sido dúctiles a un corte, a un recomienzo de la Escuela. Y esta publicación que tenemos hoy, escande un recorrido y da cuenta de un consentimiento a este recomienzo. Recomienzo del que esperamos hacer resonar los armónicos que sean necesarios para conmover algunas frecuencias del mundo ambiente que socaban lo que el ser humano tiene de más imprescindible, su singularidad.
Tuve el privilegio y la alegría, junto a Mónica, Directora de la publicación y Directora de la sección en ese momento, y Jaime Castro, colega del Directorio y serio editor, de gestar esta primera edición la cual da cuenta de un cambio de la posición del sujeto NELcf-Cali, cuya sanción por parte de la presidente de nuestra Escuela, Raquel Cors Ulloa, fue un golpe de batuta. Se trabaja y ese trabajo se pone a prueba exponiéndolo a la lectura de otros. Cuando digo exponer, es ponerlo a circular, es, en acto, consentir a la tan mencionada S (A/), falta del significante en el Otro, es decir, que el saber que realmente importa está a nivel del síntoma y no a nivel de la erudición.
Fue para mí una invaluable sorpresa el encuentro con la diseñadora del logo de Alcarraza: además de su sensibilidad artística posee una escucha lúcida. Logró capturar el espíritu de esta publicación anudándolo a su lectura de lo que es una experiencia analítica, encuentro con un otro, lo suficientemente abierto y poroso para que circule la palabra y se vaya contorneando lo más opaco de uno. Un agradecimiento especial a Sara Martínez, quien supo fina y delicadamente, materializar en una bella imagen y un audaz movimiento de letra, una marca original con el que esperamos seguir escribiendo la vida de nuestra sección que no es otra que la apuesta por seguir haciendo existir el psicoanálisis en nuestra ciudad y sus litorales.
Un agradecimiento al Comité editorial que me acompañó en ese bello desafío de dar cuerpo a este #1 de los Cuadernos de psicoanálisis de la NELcf-Cali: Jaime Castro, Ximena Castro y Carolina Hernández.
¡Qué experiencia y qué alegría leer a mis colegas en este primer número!