Por: Maite Russi
Intervención en la 5a. Noche de carteles
Septiembre 26 de 2022
Primero que todo, quiero agradecer la invitación para conversar en torno al cartel y la función Más-uno. Un espacio que nos convoca a la puesta a cielo abierto de la experiencia de cartelizantes alrededor de la lógica del dispositivo del cartel.
Me animo a decir que, como no existe “El analista”, tampoco existe “El cartel”, ni “El más-uno”. Los trabajos que vamos a escuchar dan cuenta de eso. Podremos notar que la experiencia de cada Más-Uno es única, ya que cada uno ha tenido que inventar su propio estilo para mantener la tensión mínima que permita el despliegue de la lógica del dispositivo.
Quiero retomar el término «invenciones» que recientemente leí en un texto de Jacques-Alain Miller, titulado La invención psicótica. Allí él señala que el término invención se opone naturalmente al de creación. Nos permite ver que la creación pone el acento sobre la invención ex -nihilo, a partir de la nada. Así dirá “La invención se opone más fácilmente al descubrimiento. Se descubre lo que ya está ahí, se inventa lo que no está. Por ahí la invención es pariente de la creación. Pero el acento del término invención en este caso es una creación a partir de materiales existentes”. Entonces, nos propone darle al término “invención el valor de Bricolage».
No se trata de sumar saber, sino por el contrario, allí donde aparece algo imposible de decir, ceder al goce para no completar, sino, para juntar las piezas sueltas que permitan la invención de una salida singular para cada cartel, así como para cada cartelizante.
Una invitación para hacer con lo que descompleta, con aquello del rasgo que rasga una nueva lectura, haciendo de la doctrina una letra viva, capaz de descolocar aquello que se da por sentado como última palabra. Alojando lo que fracasa como un valor muy preciado para la vigencia del psicoanálisis.