ANUDAMIENTO CLÍNICA, POLÍTICA Y ESCUELA. LO QUE ENSEÑAN LOS TESTIMONIOS DE PASE

Noches de Escuela

Fuente: https://ztfnews.wordpress.com/2013/06/25/los-anillos-de-borromeo-de-una-alfarera/
Anillos de Borromeo de barro, moldeados por Carmen Isabel

Por: Sandra Rebellón, asociada a la NEL-Cali

Orientados por la pregunta ¿Qué articulación entre clínica y política?, nuestras Noches de Escuela en la sede NEL Cali, han tomado como punto de conversación las enseñanzas que se pueden extraer de los testimonios de fin de análisis de nuestros A.E.  El pasado 23 de marzo  contamos con una noche de trabajo y conversación mediada por el entusiasmo y la alegría que nos dejó los intercambios sostenidos con nuestra A.E en ejercicio Paola Cornu. Miembros y asociados participamos de este encuentro a partir de la discusión en sesiones de trabajo anteriores sobre diversos puntos que causaron a cada uno la escucha y la transmisión del primer testimonio de Paola Cornu.

A continuación, retomo algunos elementos que circularon en la conversación y que nos orientan a seguir pensando el anudamiento entre Clínica, Política y la Escuela, y que sostienen viva y permanente la pregunta por qué es un analista y la transmisión del psicoanálisis.

Consentir al deseo de Escuela

La paradoja que introduce “una pausa sin detención”, a propósito de los tiempos de incertidumbre que advienen bajo la crisis sanitaria que aún nos mantiene en distanciamiento y ausencia de los cuerpos, nos permitió discutir alrededor de lo que significó habitar y consentir al deseo de Escuela. Si bien la transferencia al psicoanálisis existía para Paola como ella misma lo menciona, consentir al deseo de Escuela y habitarla en el reverso de lo que había sido su posición fantasmática asumiendo todo, haciéndose cargo de todo, para dar paso a habitar la Escuela sinthomaticamente en un trabajo de Escuela con-otros que agujerea los efectos imaginarios propios de lo grupal alrededor del nosotros.

Pausa que no significa detención, un no detenerse incluso frente a lo contingente de nuestra situación sanitaria, pues no detuvo su testimoniar, primera vez en la NEL de manera virtual, deseo puesto en acto que constata el reverso de su posición de goce: mirar calladita o de lo que hubiera sido ubicarse del lado del saldo cínico ante la caída del Otro. Este sí decidido a testimoniar bajo la orientación de no traicionar los principios de la Escuela, testimoniar y sacar la voz como  efecto analítico: cae la mirada para que la voz advenga, la voz suelta también consiente a la mirada del Otro pero desde otra forma: antes era un mirar calladita, esperando que el otro la salvara. Mirar calladita, los dos objetos superpuestos. La mirada funcionaba fanstasmáticamente como tapón, ahora ella va a ritmo propio y con la voz suelta.

Testimoniar sin prisa ubica que lo que urge es de otro orden, la espera que no desespera, dice Paola. Recuerda que ante el anunció de su nominación, experimentó una calma, una alegría suelta que es la que se constata en su manera de circular y habitar la Escuela, no-toda.  

Circular suelta, sin insignias, no-toda, el significante suelta cobra otro valor de goce, permitiendo en ella el pasaje del ahogada al flotar, acontecimiento de cuerpo que le retorna en una “alegría suelta”, aunque suelta no-toda. Condición que le permite un nuevo lazo al otro y acceder a un partenaire con el cual el amor en su vertiente real, no busca del otro reciprocidad, por el contrario consentir a con-vivir con la diferencia. Diferencia que le permite establecer otro lazo a la Escuela, y una transferencia de trabajo orientada hacia un encuentro con-otros. EL pasaje del nos-otros al trabajo con-otros cobra para Paola su manera de dejar caer las identificaciones para el Otro, La Pao, cayendo ese fervor “cuidandis y salvandis”.

Del Inconciente Real

El testimonio de Paola también nos enseña alrededor de la constatación del inconciente real, aquel que no sólo se manifiesta al final del análisis, se manifiesta incluso de entrada para Paola en las letras C. S que se presentificaron vaciadas de todo sentido y bajo la persistencia de lo que no cesa de escribirse, letras de goce, testimonio del encuentro candescente del cuerpo con lalangue. En este sentido los testimonios de pase enseñan sobre los inicios y finales de los análisis, las intervenciones que se jugaron para tocar el fantasma, incluso sin haberse dado la construcción de este, es así como se retoma la intervención en el control de quien fuera su analista en el último tramo y final. Una gran carcajada toca el cuerpo, allí donde el goce asomaba con toda su ferocidad: hacerse cargo de la construcción de la sede Chile, el todo comandando, el ser responsable de la sede, todos estos nombres de una de las caras de su inhibición, su manera de responder ante la escena traumática. Para Paola una solución a la inhibición lo constituyó el lazo, fue un primer arreglo, ser sociable, pues era llamada mi bella genio por su mal genio, una rabia con la vida que ella ubica como respuesta ante ese real materno insoportable, ser fastidiosa era una forma de caer en los excesos. Las dos caras de la inhibición la parálisis de quedarse en la espera y hacer todo a prisa era el eco de soltarse del Otro, arrancarse a prisa y alerta.

Es así como el sintagma para Paola: El alivio de que no hay alivio, adviene como uno de los nombres del no hay de la relación sexual, Hay de lo Uno y los finales de análisis dan cuenta de los arreglos y del saber hacer con ese Uno del goce. No hay El analista, están uno por uno, en la serie de los analistas.