LA FUNCIÓN MÁS-UNO

Por Jaime Castro

Marzo 18 2021

Vamos a partir de retomar algunos apartes de textos institucionales para seguir ubicando al cartel en relación a la escuela, seguir pensando su función y los diferentes componentes de los puntos de formalización de este dispositivo inventado por Lacan 

Retomo hoy el propósito que Lacan estableció en 1964 para fundar su escuela y el lugar que allí le da al cartel, específicamente al Más Uno, tema que nos convoca en el día de hoy: 

“Fundo –tan solo como siempre lo estuve en mi relación con la causa psicoanalítica- la Escuela Francesa de Psicoanálisis, de cuya dirección me ocuparé personalmente los próximos cuatro años, nada me impide en el momento presente responder de ello.

Este título, según mi intención, representa al organismo en el cual debe llevarse a cabo un trabajo que en el campo que Freud abrió restaure el filo cortante de la verdad, que vuelva a conducir la praxis original que instituyó bajo el nombre de psicoanálisis al deber que le corresponde en nuestro mundo y que, mediante una crítica asidua, denuncie en él las desviaciones y los compromisos que amortiguan su progreso degradando su empleo”.

Ahora bien, quiero subrayar que este objetivo está ligado de manera “indisoluble” a la formación que dispensa la escuela. Prosigo la cita:

“Este objetivo de trabajo es indisoluble de una formación que hay que dispensar en este movimiento de reconquista. Es tanto como decir que en ese organismo son habilitados con pleno derecho aquellos que yo mismo he formado, y que son convidados a él todos aquellos que pueden contribuir a poner a prueba lo bien fundado de esa formación”

Hecha esta invitación, Lacan convoca a quienes vengan a su escuela a comprometerse conel trabajo y también promete alojar los frutos de ese compromiso. Prosigo: 

“Los que vendrán a esta Escuela se comprometerán a desempeñar una tarea sometida a un control interno y externo.. A cambio de ella reciben la seguridad de que no se ahorrará nada para que todo lo que hagan de válido tenga la repercusión que merece, y en el lugar que será conveniente.”

Enseguida Lacan establece un modo para adelantar este trabajo al que nos invita en la escuela: Sigo: 

“Para la ejecución del trabajo adoptaremos el principio de una elaboración sostenida en un pequeño grupo.”

Nos dice enseguida la composición del cartel y traza la función del Más Uno. 

“Cada uno de ellos (tenemos un nombre para designar a esos grupos) se compondrá de tres personas al menos, de cinco como más, cuatro es la medida justa.”

Y enseguida encontramos las funciones del Más Uno: 

“Más una encargada de la selección, de la discusión y de la salida que hay que reservar al trabajo de cada cual”. 

Si por un lado tenemos la lógica del grupo que se organiza en torno a  la identificación de cada uno de sus miembros a un líder, con lo cual los miembros del grupo quedan en condición de igualdad;  en el cartel, no se trata de líder, de un jefe o de un maestro. Estas posiciones debemos excluirlas del cartel. El  Más Uno, puede ser cualquiera pero debe ser alguien.  Se trata de una función encarnada en alguien que lo desee, por supuesto, y que además de seleccionar, promover la discusión del trabajo de cada uno, le de salida a ese trabajo.  A diferencia de la lógica del grupo donde los integrantes, para que se sostenga el grupo, deben quedar en una posición de igualdad, en la lógica del cartel, la función Más Uno introduce la diferencia a partir del rasgo de trabajo. Subrayo esta expresión de Lacan: “discusión del trabajo de cada uno”.  El Más Uno introduce como función en el cartel, el Uno, uno, uno, uno, con lo cual hace inconsistir al grupo, obturando la tendencia a identificarnos el uno con el otro. 

Ahora bien, la lectura que hago de esta expresión “darle salida al trabajo de cada uno”, no es salida a cualquier lado, es salida al trabajo que se produce en el interior del cartel hacia un exterior que es la escuela.  He ahí a mi modo de ver la función bisagra del Más Uno, y la articulación lógica entre cartel y escuela, que nos lleva a reiterar que no hay cartel sin escuela. Adicionalmente, diría que la función Más Uno en este punto de “darle salida al trabajo de cada Uno” apunta también a dar salida a otras preguntas, a otras elaboraciones que cada cartelizante no había considerado antes de estar en el cartel. En consecuencia, diría que la función Más Uno, abre, no cierra. 

En la Sesión plenaria del 12 de abril de 1975 en la Escuela Freudiana de París, sobre la función del Más-Uno, Lacan señaló que el Más Uno tiene una función borromea, función de anudamiento de los Unos que integran el cartel, uno x uno. La expresión literal de Lacan es “encadenando los eslabones individuales”

Llama la atención también en la invitación a hablar sobre qué es el Más Uno que hace Lacan a los asistentes a esta plenaria, que señale que “esta persona” que aisla del grupo, también puede no ser alguien. Lo cito: 

“Me gustaría que se expidiera quien quiera hacerlo puesto que ciertamente no debo interrogar a cada uno y transformar a esto en una requisitoria. Por lo menos, que se expresen quienes se interesan por el tema, saber lo que les evoca, lo que sugiere para ellos esta “persona” que cuido en aislar del grupo, lo que no quiere decir por eso, que ella no pueda no ser alguien”.  La lectura que hago de este párrafo es que profundiza el carácter de función que tiene el Más Uno. Insisto: Función de promover el trabajo de cada Uno. 

En esa conversación otros participantes ubican al Más Uno como un lugar vacío, intercambiable que hace posible el funcionamiento del trabajo. 

También se puede resaltar que el planteamiento de que el Más Uno puede ser cualquiera pero debe ser alguien implica que es una función intercambiable, desplazable entre los cartelizantes. 

Complemento estas ideas que les comparto con lo expresado en la pág de la AMP sobre la función del Más Uno: 

Elegido por los cartelizantes, el «más uno» es la persona que se encarga de la selección, de la discusión y del destino reservado al trabajo de cada uno. Su función es crucial para sostener con tacto el trabajo de cada cartelizante, para hacer frente a las crisis y para mantener la distancia entre saber y verdad. El «más uno» también hace lazo con la Escuela, en tanto favorece la exposición de los productos del cartel.

De aquí quiero resaltar: 
  • Es elegido por los cartelizantes
  • Sus funciones: selección, discusión y destino del trabajo de cada uno.
  • Sostener con tacto el trabajo de cada uno
  • Hacer frente a las crisis
  • Mantener distancia entre saber y verdad
  • Hacer lazo con la escuela en tanto favorece la exposición de los productos del cartel. 

Algunas preguntas que dejo planteadas

¿Podríamos hacer una clínica de la experiencia de los Más-Uno, de la práctica de los Más Uno? ¿Podríamos, más bien, hablar de efectos de  Más-Uno? como lo nombra Guy Trobas

Agreguemos otras preguntas: 

La función del Más Uno en qué es homogénea, en qué es heterogénea a la posición del cartelizante?

Cito a Guy Trobas: 

“el cartel me parece ser un dispositivo por el cual se puso no solamente un obstáculo en la pendiente de los analistas a confortarse en el grupo, a ocultar lo real del grupo que lo instaura por lo imaginario, sino que también está llamado a ser un dispositivo incitador en el que el analista sería provocado a interrogarse sobre lo que de lo imaginario grupal se instituye necesariamente en un real.

Cómo el cartel toca lo real?

Líneas antes Guy Trobas nos da la pista para entender este párrafo anterior: 

“hay una consubstancialidad entre lo real y lo imaginario, una continuidad olvidada demasiado a menudo, lo que hace que partiendo del segundo se puede, en determinadas circunstancias, llegar al primero”

Cartel             Más Uno
Grupo               líder

Guy Trobas destaca el efecto interpretativo a nivel del saber de esta sustitución que hace Lacan. 

También me llama la atención que destaca que no se trata de negar cierto liderazgo que hay en el Más Uno justamente para estar advertido de los efectos de grupo que de ahí se derivan para poderlos limitar: “una práctica de más-uno: ésta no ha de simular operar a partir de una posición que no sería la de leadership ; al contrario, ha de asumirla, partir de ella para intentar, en determinados momentos, leer los efectos de los que ella es el producto y, por consiguiente, limitar estos efectos.

También señala lo que limita al Más Uno de convertirse en líder: el tiempo del cartel, su disolución, su conclusión, que lleva a que el  Más Uno vuelva a ser un participante cualquiera que puede estar en otras experiencias de cartel como un cartelizante más.  Apunta a tener en cuenta que la experiencia del cartel está regulada en el tiempo.